La minería es la obtención selectiva de los minerales y otros materiales de la corteza terrestre, no es un tema que sea de extremo interés para las huestes kilométricas de seguidores de telenovelas, ni para la masa futbolera más preocupada por un gol que por la justicia social o la muerte cotidiana por inanición de un grupo de niños.
Pero en los últimos tiempos el tema fue motivo de gran excitación social, “de interés público”, gracias al poder magnífico de los Medios de Comunicación.
La palabra Comunicación, decia el guapo Calixto Centeya, asociada a “medios de” presupone una serie de definiciones que harían enrojecer al Marqués de Sade de pudor. En cuanto que el sociólogo Alberto Maquiavelo González define “Medios de comunicación” como: Estiércol diseminado por intereses privados con la intención de obturar el pensamiento de forma definitiva, con el simple objetivo de robarte el alma.
Así, unos señores con trabajo peligroso e insalubre salieron de un pozo y quedaron atrapados en un show con Ipods, entrevistas pagas para documentales, viajes paradisiacos, los rosarios del Papa, una stripper que quería dar su aporte a la felicidad sexual del grupo rescatado, un presidente felicitando y siendo felicitado por otro presidente que a su vez felicitaba a otro presidente, y millones de televidentes que pasados unos días ya casi se olvidaron que pasó.
La sociedad moderna con su natural tendencia a la perfección hace publicidad para beneficio de la comunidad, el orden y el progreso.
Hollywood ya planea su película. Qué más podemos pedir?
“Por suerte hubo un final feliz”, decían los titulares…
En este cambalache amaos los unos a los otros, pero cuando les den un beso cuídense que no les afanen la cartera y mucho menos el alma, que van quedando pocas.
Buen descanso.
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