domingo, 27 de noviembre de 2011

La guerra mundial ahí nomás, Europa juega a la crisis, y la Bestia prepara la fiesta.


Esto es solo una llamado de atención sobre los acontecimientos que la rodean a Siria; hay peligrosos mecanismos de guerra en juego.

La Europa democráticamente escatima información y los misteriosos ángeles de la muerte vienen en camino. Cada esquina, puede tendernos una celada.

Mientras La Bestia decide si el futuro correrá en un rio de sangre, tomamos unos mates, unos bizcochitos y aunque parezca que no podemos hacer mucho más para saber, intentémoslo: saber puede ser importante.

Niebla negra, y asesinos acechan los días que vendrán.
Ojos abiertos y corazón atento. Busquen información y no se dejen alcoholizar por los media.
Buenas noches,

 “et primus tuba cecinit et facta est grando et ignis mixta in sanguine et missum est in terram et tertia pars terræ conbusta est et tertia pars arborum conbusta est et omne fænum viride conbustum est”  Apocalipsis Ioannis, 8

jueves, 3 de noviembre de 2011

Haloween y Obama después de unos bombardeos

De nuestro corresponsal Eustaquio Quiroga recibimos esta noticia propiciada por el Jornal del Hundimiento Nacional de Utah, estado que por alguna razón me recuerda a una antigua profesora.


La agitada vida de la “Pazpremiada Obama” no deja de sorprender. Caramelitos para los pibes, mascaritas y calabazas talladas son la cara despreocupada de quien ha ordenado democráticamente unos cuantos bombardeos en el mundo y ve crecer la pobreza a paso redoblado en una substancial porción del planeta.



Responsabilidad para la fiesta y para la guerra. “En un día como hoy hay que saber elegir bien los zapallos” – dijo el Nobel de la paz mientras se guardaba un Rén mín bi en el bolsillo izquierdo que le regaló Hu Jintao en señal de amistad fraterna.

Esta fiestita originada en un antiguo ritual druida es la excusa perfecta para una intervención mediática internacional que nos enseña que podemos mandar desatar guerras por doquier, decorar la casa con zapallos y después repartir con una sonrisa una pastillas Renomé para relajarnos. Así da gusto ver un poco de sangre derramada…