lunes, 28 de junio de 2010

Tango electrocutado, el desquite del electrón perseguido.


Es difícil el camino de la creación artística.

"No es fácil ser Tintoretto, Cocteau, Verdi o Gardel", solia decir mi abuela mientras me hacia unas milanesas.
Las piedras son grandes y el camino se bifurca cuando hay que comer.
Y cuando algunos se dan cuenta, se ponen a buscar el filón. Algunos con suerte lo encuentran.

Los vendedores de cosas están siempre dispuestos a ver si hacen llover unos mangos y si hay suerte y se les vienen unos tormentones de euros o dólares o yenes mejor. Cualquier moneda sirve, amigos. Después es solo invertir. Y tener buenos amigos.

Ahora unos artífices con electrodos van de sombrerito, se las dan compadritos a lo Pet Shop Boys, y con falsa fascinación "inventan" el Tango Electrocutado y se ríen despacito porque los papafritas de las discotecas lo siguen sin darse cuenta de nada.

“Un tango destinado a una masa sorda, y no me estoy refiriendo a una mezcla de harina con agua y levadura, es trucho y ruin, decía el sordo Ceferino Aguilar, mientras le afanaba unas monedas a un cieguito que solía tocar muy bien La cumparsita.

Los Tangueros Solitarios de Barracas no pueden evitar arcadas cuando retumban sus orejas con ese ritmo de MTV disfrazada. Ni cuando les macanean con el "cuento chino" de citar a Cortázar o a Borges. Ni mucho menos cuando se promueven como exiliados o por cantar "libertad", por decir "Che" o citar a "Evita".

Tun tacatuca tan tún , tacatuca tan tún, tacatuca tan tún, tacatuca tan tún.
Repitan 354.675 veces y tienen el próximo CD de tango electrocutado, que de tanta electricidad ya viene medio chamuscado.

Para los desatentos: el tango no precisa de desquitarse de nada.

Y después de todo para hacer el "Tun tacatuca tan tún" no precisan del tango...


Buenas noches.

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