Siempre me quedo sorprendido cuando la gente relaciona el tango exclusivamente al baile.
Por qué? Sí, por qué?
En Europa el tango es una ilusión presentada con la palabra “pasión” al lado, siempre vendida con una pareja muy agarradita que se mira con cara de “si me das un minuto más te absorbo el alma como un mate”.
De esta forma queda claro, sin muchas elaboraciones freudianas, que la danza suscita inevitablemente algo sensual o sexual, dependiendo del ojo y el hambre con que se miren las cosas.
Para los norteamericanos la confusión es mayor, todo lo mezclan sin pudor, con la ingenuidad de nuevo rico superpoderoso que ya está en bancarrota y espera que algún chino le compre la deuda. piensan que el Zorro es un tanguero justiciero del antiguo México que canta zarzuelas, Terminator baila con su gracia robótica “Por una cabeza”, Gardel puede cantar con capa y salvar a ciudad Gótica y ya que estamos, Tito Lusiardo puede ser el que te Jedi de alguna lucha interplanetaria.
Será Valentino el propagador de esta imagen que internacionalizó la tal pasión del tango a pasos de gaucho sospechoso, y contribuyó para esa apasionante pasión apasionadora, que efectivamente continua apasionantemente apasionando a tantos civiles de los más recónditos lugares del planeta?
Seguramente paseando por Sumatra veremos una Escuela de tango, con dos o tres de esos malevos típicos de Pangkalpinang de la provincia de Bengkulu que nos explicarán, machete en mano, como se baila La cumparsita estilo Villa Urquiza.
Por qué muchachos esta realidad? Así, desvelado por el mismo misterio de hace años, me tomo un mate imaginario y sigo esperando la carroza. Esa misma que nos lleva a la desaparición material para transformarnos en una nada universal carente de preguntas, sin continuidad en el espacio-tiempo.
(Quizás quien no pasó un tiempo por Pompeya o Avellaneda tiene pocas probabilidades de entender que el tango se puede vivir quietito sentado en una plaza. Apenas en silencio, y de reojo mirando a un perro.)
Buenas noches.
Por favor, se pueden comunicar conmigo a tango4you@aol.com de la revista Tango Reporter.
ResponderBorrarGracias.
Carlos