El catedrático portugués Sakala Kuic Nakamura sugirió en su estudio sobre Música popular y otras expresiones que ayudan a la aristocracia fascista que ”la cantadora Susan es a la Música como el excremento de un elefante es a un chocolate belga.”
La industria musical es un flagelo corporativo de control de masas, mesas, misas, mozas, musas y su capacidad de metamorfosis aumenta con la ayuda mercantil empresarios tal como Simon Phillip Cowellkillersheep y de empresas de propagación instantánea de muerte cerebral como Henddemol, (nombre de remedio, o de veneno empresarial si les gusta más al lector) que juntos trabajan para expansión de la idiotez global.
Sakala Nakamura propone que “antes de aceptar la venta desenfrenada de estas basuras al pueblo, que la revolución se haga claramente con violencia pero con calma y con sentido común”. De modo que hace su llamado a la solidaridad a todos los francotiradores que posean fina moral y apego por su gente, para que pongan unos balazos en la cabeza de esta vieja envenenada y decrépita que representa el decadente y destructivo negocio del cartel de la música industrial del siglo XXI.
Aporta además que hay serias dudas sobre la naturaleza de esta entidad llamada Susan. Y deja dos teorías, la primera que es el trabajo de un tal Dr. Frankensteinteintein, que había fallado en su primera tentativa de crear vida y la segunda que su ADN no es humano, que es un organismo extraterrestre, una raza de chanchos cantores procedentes de la constelación Delta Centauri, que habitan en su mayoría en Gran Bretaña desde hace unos siglos preparando la destrucción total de la humanidad.
Francotiradores del mundo hagan su trabajo! La humanidad, la fauna y la flora lo agradecerán.
Buenas noches.
