jueves, 30 de agosto de 2012

El cierre relámpago de las olimpíadas, o... Me imagino que al fantasma de Lennon no le alcanzaron las patas para rajar






Después de tanta correría y saltos, los imperios demostraron estar al alcance de las medallas que ellos mismos fabrican. Felicitaciones a todas las transpiraciones que “demuestran” como el ser humano se supera todos los días - o por lo menos cada cuatro años. Saludos a los oros, platas y bronces que “decoran” nuestra evolutiva humanidad.

Los grandes están con los grandes y los pequeñitos con los pequeñitos como pregonaba Carlitos Darwin.

Pero el tema aquí es la parte musical del espectáculo de cierre de las Olimpiadas, que fue como degustar un pan viejo, mojado y con moho acompañado de un vino ácido e indigesto.





Los parámetros del Imperio son infalibles, inflexibles y pusilánimes. La gente tiene que digerir basura. Basura cara, en este caso, bien organizada. Basura limpia, puntual e insulsa tal como el pueblo, los príncipes y demás monarcas presentes habrán apreciado.





Si alguien desprevenido se dejó engañar con “el rock” aguado y regurgitado mezclado con atontados modelitos pop, además de los obligatorios bailecitos con trajes tradicionales de perdidas regiones colonizadas, lo lamento. Y aclaro que en este contexto, posiblemente ningún artista podría expresar con dignidad su arte.

 
La Aristocracia comandada por la Bestia, con su grosero y eficaz engranaje, dio lugar a otro ritual. No hay arte que nos harte más que este espectáculo de coordinación, de lucecitas sincronizadas, de coritos de niños, al que no lo salvó ni la aparición de los muertos célebres. Muertos que este propio sistema mató deliberadamente y que como se comprueba aún dan réditos.
Fue la organización de un ritual que va más allá de la comprensión de la mayoría de sus participantes.

Esa noche la música estuvo ausente. Solo había una masa vampirizada, que hechizada por brillantes  artificios,  testimonió el ruinoso augurio del Nuevo Tiempo, del Nuevo Progreso.
"O brave new world,
That has such people in't."
Guillermo Arévalo Shakespeare, el macho tempestuoso.




Cuídense.
Buenas noches.




miércoles, 1 de agosto de 2012

Eurozombieland II – Las pelotas ya están rotas o ¿Quién se comió los cerebros, mamá?



Sobre las declaraciones de ayer o de hace unos días (no interesa tanto el tiempo) de los Campeones de la Justicia y del Go-bier-no Local el Dr. Casimiro Rebelo Pouco de Sousa dijo:

“El país lacónico se entrega a las manos ensangrentadas del Conejo, que a su vez nos entrega la muerte del sistema, que a su vez le sirve de alimento a la Bestia, que a su vez se orina de risa sobre nuestras cabezas.

Zombies! Reclamen democráticamente lo que quieran, griten democráticas obscenidades. Obtendrán sistemáticamente NADA, ni un cerebrito de pájaro, che. Off side.

Los trabajadores-esclavos están condenados a muerte lenta. Los ex-trabajadores son esclavos condenados a muerte lenta. No hay más derechos, zombies ciudadanos, un tiro en la cabeza y bye-bye. Jugada peligrosa

Hay impuestos, cortes, y robo constante e impune a los pobres (Robo que los “ases de choreo” llaman cómicamente AUSTERIDAD). Los mismos chanchos que hablan de austeridad venden soberanía, tu trabajo, tu vida, tu muerte y pastelitos. Corner.

No importan los partidos, “Partido Zombie Socialista”, “Zombies verdes”, “Centro Democrático Social Zombie”, uno o diez son lo mismo, prometen cerebros para todos en las elecciones y los pánfilos babeantes votan en silenciosa democracia para que los timen. Tiro libre.

Lentamente, como una tortura china, planes tras planes, promesas tras promesas contradichas eficientemente por la realidad, nos sumen en una lenta caída libre hacia la total destrucción de todos nuestros derechos. El pueblo: “la masa sucia” - como nos llaman los que queridamente mandan - paga para que los "elegidos" de turno  roben los restos que quedan, los despojos. Jugada peligrosa.

Obediencia mis queridos zombies, a eso sí estamos acostumbrados. Como el ganado en el matadero hacemos fila para esperar por nuestra vez.
Mientras esperamos “el martillazo” tenemos hambre, hambre triste, hambre continua. Tarjeta amarilla.

La justicia, convenientemente ciega, iguala al pueblo: somos todos la misma basura. Penal.

Nos marcan con un hierro al rojo. El previsible dolor no pasa. Ni pasará. No hay futuro para Eurozombieland. Gol.

Miremos la Cadena Oficial de Noticieros aleccionándonos para aceptar miseria tras miseria. Día tras día, locutores te escupen una buena y eficaz dosis de conformismo y miedo.

Conducida por traidores, la Europa colonial marcha firme en su camino de "autodestrucción", por imposición de la Bestia. Los ancestrales linajes sobrevivirán. Han elaborado un plan maestro. Tarjeta Roja.


Y el Euro terminó. Unas miles de bocas, sumisas a la soberanía de las pelotas, gritaron GOL varias veces, eso es lo único que parece quedar de Eurozombieland.

Pasividad y hambre. Sin justicia ni salud. Gol otra vez.

A poner la mesa mis queridos zombies! Escasean los cerebros y las buenas intensiones. Celebremos los goles con pan duro y agua sucia. Y observemos en la tele con “alta definición” como empieza la nueva masacre, el nuevo saqueo de esos que están lejos y que recibirán la PAZ sufriendo con la brutal violencia a la que la Bestia nos tiene acostumbrado. Paz con sangre.

Fin de juego.