domingo, 8 de agosto de 2010

Futbol y tango

Qué título! no?
Ahora el problema es escribir algo.
Tal vez podía haber sido mejor título “Plutarco y Maradona”.

En futbol y tango no hay puntos de contacto. Esto ha sido demostrado por Homero Expósito en su "Matemática Errante, una visión borrosa del número y sus pares".

En matemática, un punto límite de un conjunto F (fútbol) en un espacio topológico C (cancha) es un punto c en C que puede ser "aproximado" por puntos de F distintos a c tanto como queramos. Este concepto generaliza la noción de límite y puede ser base de conceptos como "conjunto cerrado" y "cerradura topológica". Claro que, un conjunto es cerrado si y solo si contiene todos sus puntos límite, y la operación topológica de cerradura puede ser pensada como la acción de agregar a un conjunto sus puntos límite.

Según Expósito F es un conjunto cerrado que casi siempre (o siempre) está en manos de una masa troglodita dirigida por esclavizadores de primer grado. De los cuales conviene alejarnos creando "conjuntos repelentes" t para sobrevivir a la idiotez compulsiva.

En cuanto que T está reclamando por una independencia creativa, defendida a cuchillazos y no tiene puntos comunes con el conjunto F simplemente porque no le cae bien. Expósito aclara "T desconoce los conceptos matemáticos intrínsecos y no le importa"

Más adelante Expósito da el ejemplo del sordo Beethoven que escribió un tango llamado "5a Sinfonía" que no tiene nada que ver con ningún partido jugado hasta ahora y probablemente nunca se jugará nada parecido.

Para finalizar Expósito dijo "Troilo a creado su propio conjunto T y tiene puntos límite con los que solemos disfrutarlo, no es preciso nada más, salvo cuando tenemos hambre o mucho sueño atrasado el resto es una comparsa que no nos interesa"

A todas las almas inquietas, buenas noches.

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