martes, 22 de junio de 2010

Esta batería ya no produce electricidad, con perdón de Alessandro Volta.


Después de escuchar la Mahavisnu Orchestra con Billy Cobham, cualquier cuarteador de Pompeya se tomaba un mate y absorto con la audición de Between Nothingness and Eternity, le daba un abrazo a don Billy, una palmada a John y se iba silbando bajito Amurado.


Hoy, ayer o desde hace poco Los Vendedores de Cosas le metieron, entre otras cosas, "la bata" a unos supuestos-tangos y ya están listos para bailar en la discoteca por intrépidos jóvenes bebedores de cerveza. La sensación de moderno está cumplida, un chicle, un sombrerito medio malevo, un poquito de Red Bull y tenemos un cuadro enternecedor.

En Europa, algunos cosos dicen: Cool, viejo! Qué ritmo de lavarropas! Así da gusto!

La violencia igualadora del XXI nos escupe diariamente y hace que un supuesto-tango se parezca a 3.564.768.098 supuestas-canciones de la MTV, a 3.675.786.098 supuestos-pasodobles, y a 34,5 Ragas pero igual no hay problema, como dice el refrán: "nada se pierde, todo se le vende a los giles"

Esto no sorprende. Hace un tiempo, no sé si se acuerdan, nos vendían unos "monjes gregorianos" que cantaban Led Zeppelin y Eric Clapton. Y a muchos cosos les gustaba/gusta.
M O N J E S “C A N T A N D O” S T A I R W A Y T O H E A V E N !
Que lindo! Qué momento! Que me van a hablar de la Misa Tridentina! Eric Clapton es lo que está inn, señores!
Los monjes facturaban a lo bestia. Compraban velas, crucifijos a rolete, capas con capucha Armani, pintaban los monasterios y la felicidad llegaba a la Tierra.
Habrán existido los Monjes Malevos del Sagrado Corazón? Habrán “gregorianizado” Yira, yira, El choclo o Tortazos como cuentan las malas lenguas?

Mientras algunos facturan con nuestras deficiencias neuronales, les cuento para terminar la velada y para distraerlos de tanta locura, un poco sobre Cipriano Rodríguez, el músico mudo de la Cedofeita, un admirador de Wagner que ha incursionado por un camino diferente: desde 2007 compone utilizando ultrasonido, divide el tono en 34 partes iguales, sigue combinaciones seriales semejante a Schoenberg y ha orquestado las canciones de Madonna y Celine Dion para ser interpretada por señales de humo, porque opina que esta música suena mucho mejor sin instrumentos musicales.
Desde 2009, con un complejo de antenas, proyecta por radio-frecuencia su música en la ionósfera.
Sin éxito todavía entre los humanos, tiene la aprobación y el reconocimiento de un importante número de perros y murciélagos de la Cedofeita. Que hoy en día no es poco.

Además, me dijo que con el Tango no se mete, y un poco mas bajito, que prefiere que la bateria la toque Jack DeJohnette.


Muy buenas noches.

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